Se tiene el conocimiento popular de que los perros y gatos son enemigos naturales en la disputa por el favoritismo del hogar, pero no siempre es así.
Es cierto que, en situaciones, ambos animales no congenian entre sí, pero las razones distan de ser solo por la enemistad entre ambas especies.
Por eso en el blog Atrevia de hoy hablaremos sobre perros y gatos y cómo criarlos para una convivencia pacífica en el hogar.
¿Como perros y gatos?
Mantener la convivencia entre perros y gatos puede tomar tiempo, paciencia y algunos trucos para que ambas especies puedan formar una relación fraternal. Durante el tiempo que dediques a su acercamiento, las personalidades de tus mascotas pueden ser un factor que facilite o dificulte la situación.
Por ello es importante ser estratégico para tener un resultado adecuado. Ten presente las recomendaciones que te brindamos a continuación para una convivencia exitosa.
Introducción gradual
La presentación entre tu perro y gato debe ser gradual y controlada. Dales espacio para que se huelan, se observen y se familiaricen.
El olor es un elemento de reconocimiento básico en el mundo animal, así que busca que realicen interacciones directas poco a poco con el fin de que se acostumbren al olor del otro.
Puedes optar por intercambiar camas o juguetes entre ambos antes de que los presentes, así el olor será familiar para ellos y la introducción puede resultar más sencilla.
Supervisión
Mientras ambos animales aún no tengan confianza entre ellos, es importante la supervisión constante. En caso notes cierta tensión, lo mejor es intervenir para evitar altercados o agresiones.
Es necesario que seas paciente y consistente. Una relación armoniosa no se dará de un momento a otro, sino es el resultado de la interacción constante.
Disposición de espacios
Proporciona espacios y elementos individuales para cada uno, para que puedan disponer y reconocer su propio entorno. De esta manera, cada uno podrá interactuar en un mismo espacio sin invadir el del otro animal y viceversa.
Por otro lado, te recomendamos que establezcas refugios elevados para tu gato, ya que gustan de trepar y estar en altura. Y para tu perro proporciona un espacio a la altura del piso, así ambos podrán disfrutar espacios de acuerdo a su comodidad.
Entrenamiento
Con el fin de evitar conflictos entre tus mascotas puedes optar por realizar un entrenamiento de comportamiento para tu perro con el fin de que pueda responder a determinadas acciones.
Puedes establecer ciertos comandos como:
- Quieto: Comando para que el can se quede quieto mientras está a la espera de un nuevo comando.
- Suelta: Indica que el perro debe soltar cualquier elemento que tenga en la boca, se complementa al trabajar el rechazo de alimentos y solo recibir alimento de tu mano.
- Abajo: Comando que indica que el can debe tumbarse en el piso.
- Sentado: Funciona de la misma forma que ‘Abajo’, pero en vez de tumbarse en el piso, el can se sienta a la espera de una nueva orden.
El entrenamiento puede ser más difícil en gatos ya que suelen ser más reacios que los perros.
Para ello deberás ser paciente, ya que un entrenamiento exitoso involucra tiempo y constancia para obtener los resultados esperados. También puedes contactar a un entrenador profesional, si consideras que este realizará un entrenamiento más efectivo.
Para complementar el entrenamiento usa refuerzo positivo, así recompensas el comportamiento adecuado y amistoso mientras interactúan.
Tiempo de calidad individual
El tiempo de calidad es importante y necesario para nuestras mascotas, ya que ayuda a reforzar la relación dueño-mascota, además de establecer un espacio seguro y de confianza para con el animal.
Al dedicar tiempo individual para cada uno, se podrá desarrollar la seguridad y confianza sin que el otro se sienta desplazado. Esto también ayuda a reducir la posibilidad de celos o rivalidades y ayuda a que la relación entre ambos se refuerce.
Además de fomentar el respeto mutuo entre tu perro y gato, también es necesario fomentarlo con todos los miembros de tu hogar.
Recuerda que toda recomendación debe adaptarse a las necesidades individuales de tus mascotas. Eso significa que debes respetar los límites y comportamientos de ellos, pues es el punto de inicio para una convivencia sana y un ambiente confortable y feliz.
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